El suicidio es un
fenómeno complejo que ha atraído la atención de filósofos, teólogos, médicos, sociólogos y artistas a lo
largo de los siglos. Según el filósofo
francés, Albert Camus, (El Mito de Sísifo), es el único problema
filosófico serio. Debido a que es un
problema grave de Salud Pública, el suicidio requiere nuestra atención, pero
desgraciadamente su prevención y control no son tarea fácil.
“Los motivos que
llevan al suicidio son tan enigmáticos como aquellos que llevan al amor. Para
detectarlos, los psicólogos han empleado dos métodos que básicamente han traído
más frustración. El primero es investigar la vida de las personas que se
mataron, incluyendo las notas que dejaron antes de morir, con el fin de
encontrar alguna pista que nos lleve a entender por qué decidieron poner fin a
su vida. El segundo, obtener una descripción del proceso mental a partir de la
experiencia de aquellos que intentaron suicidarse. Hasta la fecha, nada ha
funcionado como evidencia objetiva y las estadísticas solo aumentan la
impaciencia. En años recientes han muerto más personas por suicidio que la suma
de las víctimas por asesinato y conflictos bélicos. Al año, el promedio de
suicidios en el mundo llega al millón, Y cada 40 segundos una persona se
suicida en el mundo (según la OMS). El dato espeluznante: el año pasado hubo
más soldados americanos muertos por suicidio que en combate.” Señala Matthew K.
Nock, Jefe del departamento de Psicología e Investigación de la Universidad de
Harvard.
Investigaciones
recientes indican que la prevención del suicidio, si bien es posible, comprende
una serie de actividades que van desde la provisión de las mejores condiciones
posibles para la educación de jóvenes y niños y el tratamiento eficaz de
trastornos mentales, hasta el control medioambiental de los factores de riesgo.
La difusión apropiada de información y una campaña de sensibilización del
problema son elementos esenciales para el éxito de los programas de prevención.
El 10 de
septiembre, Día Mundial para la Prevención del Suicidio, se fomentan en todo el
mundo compromisos y medidas prácticas para prevenir los suicidios. Con el
patrocinio de la Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio, la
OMS y sus colaboradores preconizan una terapia adecuada y medidas de seguimiento
para quienes han intentado suicidarse, junto con un tratamiento más mesurado
del suicidio por parte de los medios de comunicación.
A nivel mundial, la
prevención del suicidio es una necesidad que no se ha abordado de forma
adecuada debido básicamente a la falta de sensibilización sobre la importancia
de ese problema y al tabú que lo rodea e impide que se hable abiertamente de
ello. De hecho, solo unos cuantos países han incluido la prevención del
suicidio entre sus prioridades.
Es evidente que la
prevención del suicidio requiere también la intervención de sectores distintos
del de la salud y exige un enfoque innovador, integral y multisectorial, con la
participación tanto del sector de la salud como de otros sectores, como por
ejemplo los de la educación, el mundo laboral, la policía, la justicia, la
religión, el derecho, la política y los medios de comunicación.
Dra. Verónica Espinoza Medrano