viernes, 6 de febrero de 2015

HOMOPARENTALIDAD







Dra. Verónica Espinoza Medrano
R3 Medicina Familiar y Comunitaria

Se considera familia homoparental aquella donde una pareja de hombres o de mujeres se convierten en progenitores de uno o más niños. Muchos hombres gays y mujeres lesbianas son padres. En un censo de Estados Unidos de 2000, el 33% de parejas del mismo sexo formadas por mujeres que viven juntas y el 22% de parejas del mimo sexo formadas por varones que viven juntos, informaron que vivía con ellos al menos un niño menor de 18 años. A pesar de la presencia significativa de al menos 163.879 hogares en Estados Unidos encabezados por padres gays o lesbianas, habitualmente son expresadas tres preocupaciones principales acerca de los padres gays y lesbianas. Éstas son que gays y lesbianas son personas mentalmente enfermas, que las lesbianas son menos maternales que las mujeres heterosexuales y que las relaciones de gays y lesbianas con sus compañeros sexuales les dejan poco tiempo para relacionarse con sus hijos. En términos generales, la investigación no ha encontrado fundamento para estas preocupaciones. "En primer lugar, la homosexualidad no es un trastorno mental. Aunque la exposición a los prejuicios y discriminaciones por razón de la orientación sexual puede causar daños por estrés, no hay ninguna evidencia de que la orientación sexual per se pueda dañar el funcionamiento psicológico. En segundo lugar, la creencia de que los adultos gays o lesbianas no pueden ser padres competentes no tiene base empírica. No se han encontrado diferencias significativas entre mujeres lesbianas y heterosexuales en la manera de criar a los hijos. Se ha encontrado que los miembros de parejas gays y lesbianas con hijos se reparten igualitariamente la atención a los niños y están satisfechos con sus relaciones de pareja. Los resultados de algunos estudios sugieren que las habilidades de crianza de los padres gays y las madres lesbianas pueden ser superiores a las de los padres heterosexuales. No hay base científica para concluir que los padres gays y las madres lesbianas puedan no ser padres competentes debido a su orientación sexual. Por el contrario, los resultados de la investigación sugieren que los padres gays y lesbianas tienen tanta probabilidad como los padres heterosexuales de proporcionar ambientes sanos y protectores para sus hijos."

La Academia Americana de Pediatría reconoce que un considerable cuerpo de literatura profesional proporciona evidencia de que los hijos de padres homosexuales pueden tener las mismas condiciones favorables y las mismas expectativas de salud, adaptación y desarrollo que los hijos de padres heterosexuales. "Cuando dos adultos colaboran en la crianza de un niño, deben tener la tranquilidad que proporciona su reconocimiento legal. Claro que dicho reconocimiento legal está aún lejos de llegar en nuestro país donde todavía no se legaliza el matrimonio entre personas del mismo sexo."

Cuando docenas de estudios, realizados en diferentes países, de distintos continentes, por diferentes grupos de investigadores, llegan a los mismos resultados y cuando los críticos de estos estudios han tratado de conseguir resultados distintos y no lo han conseguido, podemos afirmar que no existen diferencias significativas en el desarrollo de los niños criados por padres homosexuales y de los niños criados por padres heterosexuales. 

Como conclusión para mejorar el bienestar de los hijos se debe promover e incrementar el bienestar de sus familias, lo cual es independiente de la orientación sexual de los padres que las dirijan. Las estructuras familiares se han diversificado extendidamente en los últimos años, y en consecuencia, no existe en la actualidad una estructura familiar rígida y permanente en el tiempo. "La extensión de los derechos del matrimonio y de cohabitación a parejas del mismo sexo sólo podría potenciar y mejorar el bienestar de los niños que crecen en dichas familias, otorgar protección legal y aumentar su estabilidad, los cuales son factores claves para su desarrollo positivo."

Se lanza la pregunta para debatir. ¿Cuál es su opinión sobre las familias homoparentales?


domingo, 1 de febrero de 2015

EL PELIGRO DEL TECNOCENTRISMO EN LA FAMILIA.

Dra. Verónica Espinoza Medrano
R3 Medicina Familiar y Comunitaria

La televisión, Internet, los videojuegos, los teléfonos móviles… en definitiva, todas las pantallas audiovisuales que nos rodean son tecnologías que ya forman parte de nuestra vida cotidiana y familiar. Pero… ¿ponen en riesgo la familia? No podemos responder a esta pregunta porque son recursos que nos ofrecen numerosas oportunidades y, a su vez, suponen algunos riesgos. 

Por un lado, hay que tener en cuenta que, en ocasiones, la tecnología favorece la comunicación: por ejemplo, cuando padres e hijos están conectados a través del celular, cuando juegan con el “PlayStation” o el “Wii”, o los miembros de la familia se comunican mediante whatsapp durante el día, de esta forma usamos la tecnología para acortar distancias.

"Por otro lado, hay que pensar que, cuando en una familia hay problemas de comunicación, conectarse a un dispositivo tecnológico puede ser la excusa, la consecuencia de una problemática familiar que así queda encubierta, más que la causa." Hay que preguntarse si esa familia tendría de qué hablar si se despejara la casa de objetos tecnológicos. 
Hoy creemos que son los smartphones por ejemplo los que separan a la familia, pero en otra época era la televisión encendida a la hora de la cena o los adultos leyendo el diario e ignorando los llamados de atención de los chicos, con lo cual, hay que reflexionar acerca de que ninguno de estos dispositivos es malo en sí mismo sino que depende del uso que se haga de los mismos, de los límites que los adultos pongan estableciendo horarios y situaciones en los que se pueden usar o no y del cuidado que se tenga de preservar los espacios de encuentro, vínculo y comunicación familiar.

"Entonces podemos concluir que todo dependerá del uso, o del abuso, que se haga de ellos, como muchas otras cosas que la familia tendrá que enfrentar no hay blancos y negros sino una gama de grises a la que adaptarse y es quizá la convivencia digital un reto que presentan las familias en el presente siglo." Algo es cierto; no hay que demonizar la tecnología, ya que los dispositivos móviles pueden servir para unir lazos entre distintas generaciones, con parientes lejanos y hasta para comunicarse entre sí.