Dra. Verónica Espinoza Medrano
R3 Medicina Familiar y Comunitaria
El deseo sexual hipoactivo (o TDSH) es un trastorno complicado debido a un conjunto de efectos provocados por un desajuste hormonal y metabólico que provoca que las pacientes tengan necesidad de cierta intimidad física pero no posean apetito sexual. Pero actualmente su propia existencia como trastorno esta en discusión.

El ingreso de la Flibanserina o "Viagra Rosado" al mercado nacional será posterior a su lanzamiento en Estados Unidos con el nombre de Addyi. “La caja de 30 píldoras costará unos 40 dólares” comentó el médico ginecólogo de La Universidad Peruana Cayetano Heredia; Segundo Acho Mego.

"La Agencia de Administración de Drogas y Alimentos Norteamericana (FDA) lo había rechazado en dos ocasiones, en 2010 y 2013, pero finalmente autorizó su venta a partir del 17 de octubre. El pasado 18 de agosto, La FDA daba el visto bueno a la comercialización de la llamada "viagra femenina" en Estados Unidos. La aprobación de la flibanserina como tratamiento del trastorno de deseo sexual hipoactivo ponía fin a un complicado camino en el que la evidencia científica se ha visto enredada en argumentos más propios de la lucha de géneros."

Por estas razones, a principios de este año un grupo de unos 200 investigadores remitieron una carta conjunta a la FDA pidiendo que la agencia rechazara la droga. Pero la FDA cambió de parecer en junio, después de que un panel de asesores se mostrara favorable a su comercialización. ¿Qué había cambiado desde la última negativa? Tal vez nunca lo sabremos.
En lo personal opino que los trastornos de disfunción sexual en su mayoría tienen un transfondo psicológico y/o orgánico que debe ser investigado antes de incluir una terapia farmacológica. El TDSH es aun una entidad controversial que algunos consideran un diagnostico “oportuno”. La aparición del Viagra Femenino genera mucha controversia por el extraño actuar y repentino cambio de opiniones del FDA. Aun no conocemos todos sus efectos adversos, así que en lo personal, no lo recomendaría en las pacientes con disfunción sexual, al menos no como un manejo de primera línea.
Una ventaja de este revuelo que ha generado la aprobación de la comercialización de un medicamento es que pone a todo el mundo a hablar de la sexualidad femenina. Da el espacio para las
mujeres que sufren en silencio y que se no atreven a hablar. Aquí se dan cuenta que no les pasa a ellas solas. Sino que es de muchas otras.
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